Autorización versus libertad
Desde la Comisión de salud fue aprobada y despachada el martes 7 de julio el proyecto que despenaliza el autocultivo y consumo privado de marihuana.
Con 68 votos a favor, 39 en contra y 5 abstenciones, la Cámara Baja aprobó la iniciativa que permite el consumo con fines medicinales y recreativos. Aunque el Ejecutivo no ha expresado su respaldo a la iniciativa y tiene una política pública que va en un sentido diferente.
Este debate fue intenso. Desde que se estableció una mesa de diálogo para darle vida a este proyecto la cosa no ha sido nada de fácil. Las “autorizaciones” versus las “libertades” del ser humano han llevado que este tema se transforme en primer contenido de la contingencia nacional, en el que los derechos humanos, políticas existentes, políticas nuevas, educación, cultura, medicina, legalidad, ilegalidad, sociedad, familia, comunidad, medio ambiente han si la transversalidad en el debate del uso y consumo de la cannabis.
“Espero que podamos fortalecer los procesos educativos para no estigmatizar su consumo” y que “el Ejecutivo se haga parte y no siga escapando del debate necesario para eliminar el narcotráfico en nuestro país. Este proyecto avanza hacia las libertades y el término del narcotráfico” señalo el diputado Giorgio Jackson, haciendo alusión a la importancia de que el ejecutivo se involucre profundamente en este tema.
El gobierno monitorea de cerca el proyecto, pero no han expresado su apoyo a la iniciativa. Aunque tampoco su rechazo de manera explícita. Todo, porque la política pública que impulsa el nuevo director del Senda, Mariano Montenegro, tiene que ver con reducir el consumo entre jóvenes y escolares.
Sin embargo el espacio para este debate y votación se amplía a la plataforma Senador Virtual, donde la ciudadanía, a través de la votación online, validan, con un 93% y un total de 21.427, regular y permitir el autocultivo de Cannabis.
“En Chile se debiera permitir el autocultivo para uso recreativo y medicinal”, es la sugerencia y aporte, de entre 4.341, más reiterativa de los votantes online.
La aprobación de este proyecto es solo una “autorización” de algunos permisos con reglas para el consumo netamente con fines medicinales y recreativos. En los que destacan los siguientes acuerdos:
– Se autoriza el autocultivo de hasta seis plantas por domicilio
– Se autoriza el consumo con fines terapéuticos, con prescripción médica
– Se permite el porte de un máximo de 10 gramos para consumo privado sin autorización previa
– Se extiende y hace compatible la ley sobre ambientes libres de humo de tabaco entre los lugares en que no estará permitido el consumo de marihuana
– En ningún caso se permitirá fumar marihuana en la vía pública, lugares públicos abiertos o lugares públicos dentro de un recinto privado (Ej. restaurante al aire libre)
– Las autoridades sanitarias y jurisdiccionales tendrán el control de fiscalización del cumplimiento de la norma
Modificar el Código Sanitario y la Ley 20.000, que sustituye la Ley 19.366, y que sanciona el tráfico ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, es la misión de este proyecto, ya que su “autorización” absoluta abre el espacio para que la “libertad” consciente se desarrolle y comience a llevarse a cabo con conciencia la autoeducación para un consumo responsable, tanto a nivel personal, familiar, social, medicinal, cultural y ambiental.