John Malkovich y el cannabis “Cada hombre es árbitro de sus propias virtudes”
El actor, productor y director de cine estadounidense tiene un amplio prontuario de trabajos escénicos, ya sea en las tablas, en la pantalla chica, y en el cine. Ha trabajado como actor en más de setenta películas, en las que se les ha otorgado un par de Premios Oscar por sus papeles en “En un lugar del corazón” y “En la línea de fuego”.
Un medio de comunicación argentino le realizó al actor una conversación telefónica mientras él se encontraba en una habitación de un hotel en Londres, entre varias preguntas que el periodista hizo, una de las más importantes es la que nos convoca, su relación con el cannabis. John Malkovich se refirió a este tema como una incoherencia legal.
A la pregunta hecha por el periodista trasandino en la que le solicitaba al artista que se refiriera al consumo de la marihuana, este señaló que: “No veo por qué se criminaliza el uso de marihuana”.
Él se declara no consumidor de esta planta, pero le parece ilógico que el alcohol y el cigarrillo tengan tanto permiso para transitar por las reuniones sociales sin tapujo.
Reconoce que es fumador de cigarrillo y que comenzó a beber grande, cerca de los 30 años de edad.
A esto John resalta que “Cada hombre es árbitro de sus propias virtudes”, pensamiento de William Faulkner inmortalizado en ‘El ruido y la furia’. Lo cita como un lema inmortal que trasciende a todo orden de cosas, en especial al pensamiento del actor que mira la vida de frente sin voltear a ver qué ha dejado atrás.
Malkovich será productor ejecutivo de la producción estadounidense ‘Humboldt: Life on America’s Marijuana Frontier’( Vivir en la frontera de la marihuana en Estados Unidos), una serie dramática inspirada en el best seller de Emily Brady, en la cual se especula, según cuenta un reportero norteamericano, no solo desempeñaría su rol de productor ejecutivo, sino que también tendría un papel protagónico.
La nueva serie y las palabras de los famosos internacionales con respecto al cannabis están dando frutos y abriendo la palestra para que el debate y la legalización conciente sean reales de una vez por todas.