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Cocina Cannábica: La comida y el cannabis.

Cocina Cannábica: La comida y el cannabis.

Popularmente el cannabis es consumido fumándose y vaporizando, seguido por la cocina y ahora en boga el aceite medicinal.

Nos referiremos exclusivamente a la cocina cannábica.

En primer lugar hay destacar que cada consumidor es responsable de su viaje, por lo que cuánto comer, qué se comió antes de la comida cannábica, estados de ánimos, sistema digestivo, entre muchos otros factores, son el escenario en el cual los efectos del gourmet verde se desenvolverán.

La marihuana es liposoluble y no hidrosoluble. Para que se libere el THC ,y por tanto, tenga efecto, es necesario calentarla y mezclarla con alguna grasa -aceite, mantequilla, u otros lácteos.

Como el THC necesita ser calentado, el exceso de temperatura degrada ciertos cannabinoides, por lo que se aconseja que cocinar más tiempo a temperaturas no superiores a los 170º C. Y por sobre todo NO USAR MICROONDAS!.

El efecto de la dosis ingerida se demora alrededor de una a dos horas en hacer efecto, a diferencia de fumado o vaporizado que es más inmediato. Luego de surtir efecto, al comerlo el estado de “elevación”, por llamarlo de alguna manera cercana, puede durar entre cinco a seis horas o más (todo es relativo dependiendo del consumidor).

La precaución es importante. Fumar no acarrea riesgo de sobredosis. Comerla sí. Por lo tanto las comidas deben prepararse de tal manera y con tal proyección que no se pueda comer demasiado antes de notar los efectos. La demora en los efectos hace que se consuma más de la cuenta, así que ojo con eso!

El THC comestible (preparado en la comida) lo procesa el estómago y lo metaboliza el hígado. Este proceso es más lento que el fumar o vaporizar. La clave para tener una buena experiencia con los comestibles es tener paciencia. Hay que ir evaluando poco a poco los efectos, pero primero hay que darle tiempo a que el cuerpo reconozca la ingesta.

Medio gramo de cogollo y dos gramos a cuatro de hoja por galleta es la dosis para estar super bien. Una cantidad superior puede provocar alteraciones auditivas y visuales que mucha gente considera agradables. Consumir más de cuatro gramos de hoja de buena calidad producirá en la mayoría de la gente más mareo que buena onda, pero cada uno es libre de optar, sin embargo es importante saber discernir bien, ya que si todo sale mal está claro a quién le otorgarán la culpa…”eso son los pitos que fumas”, “mira cómo te deja esa droga”…y más cosas de las que sabemos que el verdadero responsable es el consumidor consciente o inconsciente!

Antes de simplemente consumir el cannabis cocinado, se debe preparar la mezcla, la materia principal que se juntará con el resto de los ingredientes. La base más recomendable para los comestibles es a base de aceite que se fusiona con las flores de cannabis (o cualquier parte de la planta a utilizar). El resultado de esta preparación suele ser una mantequilla de cannabis, existen otras formas, pero esta es una de las más multifacéticas ya que se puede incluir en cualquier cocción o preparación: en el pan, pastas, repostería, postres, etc.

La manera que elijas, la cepa que cultives y la alquimia que hagas en la cocina es tu conjuro mágico, por lo que tendrá poder, y de ese poder debes estar consciente para tener un hechizo placentero y tranquilo y no tormentoso y termines convertido en estropajo vegetativo.

Suerte en la cocina y mándanos tus experiencia y recetas a: info@delaferia.cl

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