¿Cuándo cosecho? El momento de la cosecha y el color de sus señales
Primero que todo hay que aclarar que el cannabis es una planta anual, por lo que su ciclo de vida compete desde siete a diez meses dependiendo de la variedad.
La planta tiene su periodo de crecimiento cuando los días son largos, y cuando los días se acortan es cuando la planta comienza a florecer. Por esto en nuestro hemisferio se siembra en septiembre y se cosecha en abril-mayo. De ahí “Abril cogollos mil”.
Los días de verano tienen unas seis horas de oscuridad y 18 de luz y cuando el día pasa a doce horas de luz y doce de oscuridad es cuando el proceso de la floración se pone en marcha.
Son varias las señales en la que debemos fijarnos para saber cuándo es el momento de cosechar. Pero por sobre todo lo más importante es seguir de cerca el proceso del cultivo, tal cual lo hace la matrona cuando asesora a la madre en el periodo del embarazo.
Primero señal: hay que prestar atención en los estigmas. Los estigmas son como “unos pelos blancos” que acompañan a los cogollos o flores, estos van cambiando en la medida que la flor madura. Cuando la mitad de ellos o tres cuartas partes comienzan a pasar de color blanco a color marrón porque comienzan a secarse, es cuando tenemos una de las pistas para saber que ya podríamos comenzar con la recolección.
Segunda señal: es fijarse en los tricomas o glándulas de resina que se encuentran en los brotes de las flores y en las pequeñas hojas. Lo ideal sería tener una lupa o microscopio para poder ahondar en la inspección. Hay que fijarse cuando estas glándulas comienzan a oxidarse y a pesar de tener un tono transparente a un tono anaranjado por su oxidación. Esta es otra de las pistas que debemos saber para comenzar con la cosecha.
El cannabis estará listo cuando un porcentaje, más o menos de la mitad, comience con su oxidación producida por el aire, luz y calor. En estos tricomas es donde los cannabinoides se encuentran y por lo tanto, cuando comienza este ciclo de degradación, es cuando también pueden comenzar a perderse por el roce o tacto a estas glándulas. Hay cultivadores que prefieren esperar un poco más para recolectar y otros un poco menos por el tema del efecto, por eso hay otra cuestión que también se debería tener en cuenta como la siguiente pista.
Está muy usado por los cultivadores sacar una pequeña muestra de cogollo y hacer una primera cata del cultivo.
Hemos dicho que no es bueno para la cata secar la flor en horno, pero si se hace con cuidado y atención podría servir para tener una aproximación más real de la calidad de la cosecha.
Entonces respecto de esto se aconseja, si se opta por probar y secar en horno, lo siguiente: después de escoger la muestra, es mejor si es de la parte superior ya que el cogollo de la parte superior normalmente está un poco más avanzado que los de las partes bajas que por lo general recogen menos luz, se puede calentar en el horno a unos 70º grados Celsius o 150 grados Fahrenheit durante unos diez a quince minutos. Esto ya es suficiente para tener noción del cultivo. Sin embargo hay que ir tanteando el terreno siempre.