El mito del consumo desde la adolescencia

Siempre se creyó, o más bien, siempre nos dijeron “la marihuana hace daño”, sobre todo si uno comenzaba a consumirla a temprana edad, más menos a los quince años. Sin embargo un estudio realizado por científicos británicos revela justamente lo contrario.

El estudio abarcó un número de 2.235 personas, de las que un 24% reconoció haber fumado cannabis a lo menos una vez a los quince años.

Los científicos centraron su estudio en la observación a lo largo del tiempo. Aquí destacan que no se puede inferir que los individuos analizados no tuvieran alteradas sus capacidades cognitivas antes de consumir la cannabis, por lo que no se puede asegurar que su consumo traiga consigo ese tipo de consecuencias.

Esta investigación fue publicada por la revista “Journal of Psychopharmacology”, concluyendo que el consumo de marihuana en la adolescencia, con uso moderado, podría tener un impacto menor que el que se creía hasta ahora y que no existe una relación directa entre la pérdida de conciencia intelectual a largo plazo y la ingesta de esta.

Lo que sí aseguran, que la mayoría de la gente que consume marihuana también consumen otras sustancias como el alcohol y el tabaco y esto podría influir estrechamente en el bajo rendimiento intelectual y educativo, y no la marihuana por sí sola.

La adicción es el problema. La Comunidad Científica Británica señala que sí la marihuana puede crear una dependencia, por lo que situaría al usuario en un abuso de ella, y esto traería consigo, como cualquier abuso de lo que sea, efectos sobre la mente y el cuerpo: reducción de la memoria y de la capacidad de concentración, inhibición y pérdida de capacidades psicomotoras, entre otras muchas consecuencias.

Seguimos insistiendo que el secreto, para que se deje de cargar a la cannabis con equipaje que no le corresponde, es la educación y la responsabilidad de cada cual consigo mismo, y desde ahí a las relaciones más macro, comunidad, sociedad, país, mundo, universo. Desde uno para el todo.